Pastel de queso japonés de tres ingredientes

La receta de este Pastel de queso japonés, es muy sencilla. 

Tiene una miga muy suave, es ligero y húmedo, similar a una esponja fina. Se perciben, al paladar, bien los sabores de sus dos ingredientes principales: el queso y el chocolate
blanco. Su esponjosidad se debe a las claras a punto de nieve. Ni siquiera lleva levadura, ni harina, de ahí su ligereza. 

Algunos dicen que es como una mousse y otros como un flan, pero no es ni una cosa ni la otra. Simplemente es de una textura curiosa y diferente.

¿Te gusta el chocolate blanco? pues no te lo puedes perder, experiméntalo. (También hay la versión con chocolate negro).

  Yo  llevé uno a mis compañeros de tenis y a todos les gustó.... hubo quien repitió. Pero a una de mis hijas, sin embargo, que le encanta el chocolate blanco, no le entusiasmó.

Cotilleando comentarios hechos a otros blogs, he visto que hubo gente que lo hizo y no les gustó y explican en sus comentarios cómo les quedó; para mi entender, creo que quizás no les salió bien y/o que el molde era demasiado grande para la cantidad de ingredientes, con lo cual pierde el volumen, es decir queda bajito y por tanto puede perder también la textura. Y es que es más parecido a un bizcocho que a un flan.
Este pastel japonés, se hizo viral en youtube, es de la japonesa Ochiqueron y ahora circula por los blogs de todo el mundo.
A mí particularmente me gusta mucho y sobre todo lo sencillo y rápido que es elaborarlo.

Además variar, siempre es más divertido. 

¿Te animas?

 ¡¡¡Venga..... seguro que siguiendo mis trucos en el paso a paso lo bordarás!!!

INGREDIENTES:

Yo aumenté la receta para adecuarla a mi molde de 20 cm.

• 4 huevos
• 160 gr de chocolate blanco (puede ser chocolate negro).
• 160 gr de queso de untar, tipo Philadelphia.
• (azúcar glas para decorar).

    -Horno: Dos temperaturas 170ºC y 160ºC 

ELABORACIÓN:

 Se derrite el chocolate, bien sea en el microondas durante unos segundos, (puedes probar 30 segundos e ir aumentando unos pocos más), pero no te pases o se quemará. O bien,lo pones al baño maría para derretirlo.

Se separan los huevos de las claras. 

Mezclamos las yemas, el queso y el chocolate fundido. 

  A continuación montamos las claras a punto de nieve y le añadimos una cucharadita pequeña de azúcar.

Reservamos.

 Preparamos un molde pequeño, el mío es de 20 cm, pero si es más pequeño mejor, porque saldrá más alto, ya que no lleva levadura.  

Untamos el molde con mantequilla y recortamos el papel de horno a la medida del molde. La mantequilla hará que se pegue y no se mueva.

Este pastel se hace al baño maría. 

 Precalentamos el horno a 170ºC arriba y abajo sin aire en la posición 2 de 5, contando desde abajo.

Ponemos una fuente con agua, que no llegue a la mitad de ésta, para evitar que se salga el agua cuando introduzcamos el molde.

Continuamos con la masa, mezclando las claras montadas con el resto de la preparación, poco a poco, con movimientos suaves y envolventes para que no se bajen las claras.

La volcamos al molde.

Introducimos el molde dentro de la fuente con agua. El agua no puede superar la mitad de este molde de la masa, para evitar que al hervir salte dentro. 

(Su función es que se desmolde la parte de abajo con más facilidad, como ocurre en los flanes a causa del caramelo se quedaría pegado y además, da humedad al pastel).

Ahora controlamos la temperatura y el tiempo del horno: se pone a 170ºC, 15 min. , después a 160ºC, 15 min. y lo dejamos dentro del horno apagado y cerrado otros 15 min.

Lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar 15 min. antes de desmoldar.

Después lo espolvoreamos de azúcar glas.

Tiene la textura esponjosa, húmeda y ligera. De suave sabor a queso y a chocolate.

   Si vas a hacer una cena, la puedes endulzar con este ligero postre y acompañarlo de los licores que más te gusten, en especial el licor café.

                                         Con cariño.

                                                                          SUSANA 



  Texto y fotografías: Susana Rodríguez