sábado, 17 de diciembre de 2016

Tarta Red Velvet









RED VELVET CAKE


Receta paso a paso con fotos de la Red Velvet Cake o lo que es lo mismo Tarta de Terciopelo Rojo es de una vistosidad y exquisitez sorprendente.  
La Red Velvet Cake, es la tarta típica que hacen los
americanos para celebrar la Navidad, ya que es muy apropiada para estas fechas por su color.
Pero también es utilizada para el día de los enamorados.
 Para mi familia se ha convertido en una estupenda tarta de cumpleaños, por lo sorprendente y bonita que es cuando la cortas, ya que su exterior está cubierto de frosting blanco y sólo parte de la decoración es roja, (pues se utiliza la miga del bizcocho) y en su interior es de un aterciopelado color rojo que contrasta con la franja blanca del relleno.
Os aseguro que es fácil elaborarla, pero hay que seguir muy bien los pasos para obtener buenos resultados. A mí, la primera vez que elaboré otra receta, no me subió el bizcocho, pero eso sí, estaba requetebueno y con una textura diferente a lo que conocía en bizcochos. La segunda receta, que es ésta, me salió perfecta.
 En cuanto al relleno o "frosting", estoy muy satisfecha porque está muy bueno y además resulta cómodo para trabajarlo, se adapta perfectamente a la decoración que quieras hacer y tiene consistencia para que no se derrumbe. Su sabor suave y ligero, resulta agradable y nada empalagoso.
Es ideal para cubrir cualquier pastel, cupcakes, etc.
¿Y tiene trucos? Pues sí. Os los voy poniendo en el paso a paso para que triunféis.
 Os he mostrado fotos de las dos tartas que hice para los cumpleaños.
 Ya sabéis, podéis elaborarla para Navidad, que queda muy bonita y llamativa.
Y si tenéis curiosidad sobre la historia de esta receta os dejo este enlace.


INGREDIENTES:
   1º)  Para el bizcocho:

  • 300 gr de harina de trigo normal.
  • 2 huevos tamaño L (de 63 gr a 73 gr).
  • 300 gr de azúcar.
  • 120 ml de aceite de oliva virgen extra, suave*
  • 2 cucharaditas (10 ml) de esencia de vainilla.
  • 2 cucharadas*(30 ml) de cacao en polvo natural tipo Valor.
  • Buttermilk casera (leche de mantequilla) se necesita:
                  -250 ml de leche.
                  -2 cucharaditas (10 ml) de zumo de limón.
  • 1 cucharadita (5 ml) de bicarbonato de sodio alimentario 
  • 2 cucharaditas (10 ml) de vinagre de vino blanco.
  • 1 cucharadita colorante en pasta o crema rojo, especial para tartas. (No sirve el colorante líquido, porque no se consigue el mismo color).
  •  Molde redondo de 22 cm., desmontable.
     * (Si tienes que comprar el aceite, te aconsejo éste, para repostería: 0,4ºC, aceite de oliva virgen extra, variedad Arbequina).
     *La capacidad de las cucharas de repostería, están medidas en ml, no en gramos. Y siempre son rasas, nunca colmadas. Os recomiendo que las tengáis en casa si os gusta la repostería.

2º) Para el frosting*:
  • 500 gr Azúcar glas (Icing Sugar).
  • 250 gr mantequilla temperatura ambiente.
  • 250 gr queso crema untar (tipo philadelphia). 
*Se puede conservar en la nevera varios días. Pero cuando hagas el bizcocho had también el frosting porque he comprobado que si lo adelantas del día anterior queda grumoso y tienes que batirlo para que quede cremoso por lo que pierde mucho volumen, pues el aire que cogió al hacerlo se esfuma y se queda en mucha menos cantidad. Es muy sencillo de hacer y no merece la pena hacerlo con tanta antelación.

ELABORACIÓN:                                                                           
 1º) Elaboramos el frosting
  1. Ponemos la mantequilla blandita en la batidora durante un par de minutos para que quede cremosa. 
  2. Le añadimos el azúcar glas, previamente tamizado para que pierda la humedad, se suelte y quede sin grumos, batimos despacito para que no se haga una nube de polvo y luego subimos a velocidad máxima, cinco minutitos para que quede muy cremoso y aireado.
  3. Integramos el queso de untar y movemos a velocidad máxima dos minutos y listo
  4. Lo metemos en la nevera a enfriar mientras hacemos el bizcocho.
2º) Comenzamos con el bizcocho.
 Hacemos una buttermilk casera que sería añadir el zumo de limón a la leche, removemos y dejamos reposar mientras seguimos con la receta, mínimo 10 min.

Batimos los dos huevos hasta que espumen un poco, añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que duplique su volumen y tome un color más blanquecino.

Añadimos el aceite de oliva y la esencia de vainilla.
Ahora tamizamos la harina y el cacao en polvo y la añadimos a la mezcla anterior a media velocidad, (es importante usar sólo las dos cucharadas de cacao para conseguir ese color rojo característico de esta tarta).

!!!OJO¡¡¡ No remover la harina demasiado, sólo lo justo hasta que veamos la mezcla homogénea, sin grumos.
Es el momento de añadir la buttermilk casera a velocidad baja y poco tiempo. (Comprobamos que está como cortada la leche, es decir, quedan grumitos pero con buen sabor). Esto hará que la masa quede más jugosa.
Pequeño vídeo.
Seguimos con el bicarbonato y lo añadimos al vinagre, mientras lo movemos hará efervescencia e inmediatamente lo agregamos a la masa y removemos suavemente. No añadirlo por separado.



Es el momento de añadir y mezclar el colorante en pasta o crema, especial para tartas, (sin que llegue el borde de la cucharita, fijaros en la foto. Es mejor añadir menos y luego añadir más que al revés pues ya no tendrá solución). Si es líquido tendréis que añadir más cantidad y aún así, no se consigue el color rojo aterciopelado como con el colorante en pasta o crema. 
Ahora encendemos el horno a 165ºC. calor arriba y abajo (sin aire).
(Es importante no dejar la masa reposar cuando lleva bicarbonato pues perdería el efecto de subir en el horno).

Lo añadimos al molde previamente cubierto con papel de horno y rociándolo con el spray especial para moldes o con la mantequilla y luego harina para evitar que se pegue.
Lo dejamos en el horno caliente, unos 45 o 50 min. en la posición 2, de 5 niveles, empezando a contar por abajo, calor arriba y abajo, sin aire.
Lo comprobamos pinchándolo en el medio y si el pincho sale limpio lo podemos sacar del horno y lo dejamos enfriar 15 min antes de desmoldar, porque sino, en caliente puede romperse.  

Lo cortamos por la mitad con un cuchillo largo y estriado o, como en mi caso con una lira. Luego se corta la parte superior o copete, para dejarlo plano y además aprovecharemos esos restos para la decoración. 
No es necesario humedecer este bizcocho, pues ya tiene suficiente humedad y el frosting se la va a conservar al cubrirlo totalmente.
El resto de bizcocho se ralla para usarlo en la decoración. Reservamos.
Ahora a la capa de arriba le damos la vuelta y la ponemos de base y la rellenamos con el frosting. Más igualado queda usando la manga pastelera. 
Le ponemos encima la otra capa, que antes era la base, boca abajo, porque queda más igualada y lisita.
Ahora ponemos la tarta sobre la base en la que la vas a presentar y para no mancharla se le pone papel de aluminio o de horno, cortado en tres tiras anchas y los colocas superpuestos por los bordes y luego pones el bizcocho. 
 Luego tiras de ellas y las quitas sin tener que levantar todo el bizcocho ya decorado y sin manchar la base.
 Vamos poniendo el frosting en una capa fina que se llama recogemigas para que queden selladas y no se desprendan al poner la capa decorativa. 
Ahora hacemos la decoración. Como veis en la foto la decoración lateral está hecha con un cuchillo de punta redonda o espátula. Con la punta se unta verticalmente, de abajo hacia arriba, uno al lado del otro. 
 Añadimos más frosting en la superficie alisándolo bien. 
Ponemos en la manga una boquilla estriada y decoramos. En este caso simulamos flores: haciendo una espiral, desde dentro hacia fuera. Se las ponemos en la mitad o un tercio de la superficie y rellenamos los huecos con copetitos. 
 En la otra mitad vamos repartiendo las migas del bizcocho, con cuidado que no nos manche las flores ni los laterales. Retiramos el papel de aluminio y limpiamos los restos.
Así de bonita queda.
De bocado aterciopelado, suave, consistente y húmeda que le imprime ese carácter particular de este bizcocho rojo y exquisito.
Y aquí os presento la otra, en la que intenté hacerle rositas con boquilla de pétalos. ¡Tendré que seguir perfeccionándolas......! 
Y las decoradas para los cumpleaños....
Y sí, además de esta hice dos tartas más. La de Santiago porque había una invitada celíaca y la otra de galletas y nata porque es la favorita de la cumpleañera y no podía faltar!!!
Las banderitas las compré y quedan bien bonitas. 

Está buenísima, os la recomiendo.

Os dejo el enlace con el vídeo demostrativo. 
Yo soy muy práctica y no le hice tres capas de bizcocho porque queda alta pero con poca anchura y para repartir cunde menos. 
El frosting, lo adapté a la cantidad necesaria para la forma de mi molde.

Con cariño.  
                                 Susana


Fotografía, edición y texto: Susana Rodríguez.

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